Los mercados de venta directa de producto local son espacios públicos donde se pueden adquirir alimentos directamente de las personas productoras. Estos espacios, abundantes y muy populares en la mayor parte de los países de la Unión Europea y hace años también en nuestra ciudad, están actualmente en crisis por diversos motivos pero presentan gran potencialidad.
Además del incentivo económico que supone para las personas productoras el mayor precio que reciben por los alimentos que vienen directamente respecto a los canales intermediados, los mercados crean un espacio material para la maximización de la confianza entre vendedor/a y el comprador/ a, que dota de valores humanos (reciprocidad, agradecimiento, pertenencia) una compraventa que trasciende así la simple transacción comercial.
Sin embargo es imprescindible o muy recomendable para el éxito de estas estrategias que al final de la cadena, haya una ciudadanía que, además de adquirir y consumir alimentos, se implique en el proceso y forme parte activa y que participe en la construcción del modelo alimenticio local.
Con el fomento de esta tipología de venta (que es una alternativa y no una solución a la crisis general del sector productivo) se intenta caminar hacia los siguientes objetivos: